Dale Espacio cuando lo necesite. ¡No le persigas!
Como persona ansiosa, cuando sientes que tu pareja se está alejando se encienden todas tus alarmas y miedos. Por ello, lo más normal es que te vuelques completamente en tratar de solucionar las cosas en ese momento, retomar el contacto, insistir, hablar o buscar cualquier señal que te asegure que la relación está bien.
Sin embargo, justo en ese momento en que esa persona siente miedo (por eso se aleja), lo mejor es que le des el espacio que necesita.
Sé que para ti esto es muy difícil porque sientes mucho miedo a la distancia y al abandono, pero es lo mejor para la relación, para ti y para la otra persona.
Y es lo mejor porque, vuestro nivel de estrés ha subido y necesitáis que baje para poder ver las cosas con mayor calma y tranquilidad. Cuando hay estrés el miedo nos domina y no vemos las cosas con claridad porque no podemos pensar con calma y estamos a la defensiva.
Así que, dale espacio. Deja que se retire, que no hable, que se vaya o lo que decida hacer para protegerse hasta que esa persona regrese por su propia iniciativa de nuevo.
Mientras le ofreces ese espacio, es fundamental que aprendas a atender tu ansiedad y el dolor que su alejamiento active en ti.
No se trata de que le des a tu pareja lo que necesita y que te ignores a ti mismo. No. Lo que buscamos es que esa persona tenga lo que necesita para regresar a su calma y que tú atiendas tus emociones para que puedas regresar a la tuya también.
Imagínate el bucle de estrés en el que entráis los dos cuando tu pareja se calma con la distancia y tú con cualquier señal de cercanía. Son necesidades opuestas y ambas válidas.
Esa persona, en ese momento, no puede responder a tu necesidad de conexión por eso buscarla o incluso exigirla solo va a aumentar el estrés de ambos.
Si quieres saber más cómo atender la ansiedad que sientes cuando tu pareja se distancia, puedes ver mi video “¿Qué hacer con la Ansiedad que siento?” clicando aquí.
Conecta contigo, sana tus heridas y siente tu valor.
Te sueles sentir muy herido ante los comportamientos de un evasivo porque tú estás viviendo la relación dominado también por tus propios patrones de miedo del apego ansioso. Esos miedos son fundamentalmente un miedo irracional a que te abandonen, te rechacen o que haya desconexión dentro de la relación.
Así que, para que poco a poco puedas ir bajando tus niveles de estrés y miedo cuando sientes que la otra persona se aleja de ti, vas a necesitar afrontar tus propias heridas emocionales del pasado y trabajar en la atención de tus emociones de una manera sana.
Lo que te apega a la otra persona de una manera desesperada es el dolor de la falta y el miedo a perder a esa persona.
Por nada del mundo quieres volver a sentir rechazo o abandono, pero el único modo de superar este sufrimiento del apego es afrontándolo desde la raíz.
Si quieres descubrir mi Programa de Acompañamiento específicamente diseñado para que sanes tus heridas de apego ansioso y la dependencia emocional puedes encontrar toda la información aquí.
Trata de Comprender al otro en lugar de atribuirle malas intenciones y culpas.
Una de las cosas que más daño te hace es creer que la pareja se comporta de ese modo evasivo porque no tiene un verdadero interés en ti, porque no te quiere o porque quiere hacerte daño.
Lo más habitual es que no sea así, de hecho, con mis clientes siempre descubro que en realidad sienten amor, pero el miedo les domina.
Así que, te va a ayudar conocer su patrón evasivo y ponerte en su lugar. Piensa que del mismo modo que tú te sientes dominado por tu ansiedad cuando se aleja, esa persona se siente dominada por su ansiedad cuando se siente invadido.
Es una persona asustada que necesita alejarse para aliviar la ansiedad que siente, aunque no sea consciente de ello.
En lugar de pelearte con su patrón o tratar de forzar que cambie, trata de comprenderla y aceptar que, al igual que tus necesidades son de cercanía e intimidad, las suyas son de espacio.
Por lo general, si pruebas a darle espacio cuando lo necesita, esa persona se va a sentir más segura de acercarse por sí misma y menos necesitará alejarse en futuras ocasiones
¡Pruébalo durante un tiempo largo (meses) de manera continua y lo habitual es que vaya todo mucho mejor entre vosotros!
Haz tu vida y no dejes de lado tus rutinas, gustos, actividades…
Seguramente, como ansioso, te cueste mantener tus rutinas, actividades, gustos y demás cuando estás en una relación de pareja.
Sobre todo, si tu pareja es evasiva sientes que constantemente tienes que estar “trabajando” para que la relación esté bien y sentirte a salvo. Y esto genera que te vuelques más en la relación y que tu pareja por tanto se agobie cada vez más.
Se genera el bucle tan doloroso del perseguidor – huidizo. Cuanto más se aleja tu pareja, más dejas tus cosas para tratar de recuperarle y, por tanto, más se agobia ella y más se aleja.
Además, el evasivo, si percibe que su pareja deja su vida de lado comienza a sentirse culpable y eso no ayuda, porque no sabe cómo hacer que te sientas bien.
Ante esta situación necesitas salir de esta dinámica y un buen antídoto para ello es esforzarte por retomar tu vida, tus actividades y rutinas. Estar más pendiente de ti y menos de tu pareja.
De nuevo, cuanto más se aleje, más espacio debes darle para que esa persona se acerque por su propia iniciativa.
Toma tu relación como una oportunidad de crecimiento para ti.
No es casualidad que estés en una relación con una persona evasiva. Todas las relaciones aparecen en el momento adecuado para aportarnos el crecimiento que necesitamos para nuestra evolución.
¿Por qué se encuentran un ansioso y un evasivo?
Porque el ansioso necesita aprender a valorarse así mismo y superar el miedo al abandono. Y el evasivo, necesita aprender a superar su miedo a la intimidad y cercanía e implicarse en la relación abriendo su corazón.
Es decir, el ansioso necesita aprender a estar en la relación tolerando el espacio y la individualidad de cada uno, y el evasivo, necesita tolerar la cercanía e intimidad dentro de la relación. Por lo que podéis aprender mucho el uno del otro si veis la relación como un hermoso espejo en el que poder conoceros a vosotros mismos y retaros a crecer para superar los desafíos individuales y de pareja.
¿Sabes cuál es el secreto para no quedarse estancado en las dificultades de la relación?
Pues el secreto es centrarte siempre en crecer tú personalmente ante los conflictos y las dificultades. Ir sanando emocionalmente tus heridas para poder ver la relación y a la otra persona cada vez con mayor comprensión y sabiduría.
Es fácil tener la tentación de quedarte estancado en culpar a tu pareja por lo que pasa en vuestra relación, pero recuerda que, la única manera de avanzar en la vida y en las relaciones es avanzando tú, moviéndote tú.
Si tu te estancas, la vida también lo hace y tu relación también.
No tengas miedo a perder el tiempo, a no saber, a sentirte perdido… Todo forma parte de nuestro crecimiento, así que lo que te va a ayudar va a ser que te centres en hacer tu parte, en tomar tu responsabilidad en el baile que es la relación e ir aplicando estos tips.
No te culpes a ti mismo tampoco.
En las sesiones con mis clientes descubrimos a menudo que las personas ansiosas se sienten muy culpables cuando la persona evasiva se aleja o no se muestra disponible.
Seguramente osciles entre culpar a tu pareja y culparte a ti mismo pensando cosas como “Si se aleja es porque no soy capaz de retenerlo”, “Si se aleja es porque no soy suficiente para ella”, “Si se aleja y no quiere estar conmigo es porque no me esforcé lo suficiente o algo hice mal”, “Si la relación no funciona habré fracasado”, “Si la relación se acaba, no voy a encontrar a nadie más”, “Me cuesta mucho conectar con una persona de esta manera”…
No es tu culpa. Tú eres valioso. La cuestión es que la persona evasiva no piensa eso de ti, lo que le sucede es que tiene limitaciones que le llevan a actuar evitando la intimidad en las relaciones de pareja, pero nada tiene que ver con tu valía, tu atractivo, tu capacidad o cualquier motivo que tenga que ver contigo.
¿Comprendes?
Es un asunto de tu pareja.
Cuanto más puedas entender esto, menos vas a sufrir.
No reclames ni exijas. Busca expresarte de manera asertiva.
Las personas evasivas suelen ser personas muy sensibles que valoran mucho su paz y tranquilidad, por norma general no les gustan los conflictos, los gritos, las malas palabras, los reclamos, ni las exigencias…
Son personas que se cargan de energía cuando sienten su libertad y autonomía, por lo que se sienten agotados si hay discusiones frecuentes.
Si reciben reclamos a menudo, tienen la sensación de no llegan nunca a satisfacerte y eso activa más sus miedos porque se sienten responsables de que te sientas bien y no quieren hacerte daño.
Algo muy beneficioso, será expresarle aquello que valoras de ella. Puedes reforzarle en ese sentido diciéndole, por ejemplo: “Me ha gustado mucho que hayamos cenado juntos hoy” o “Ha sido maravilloso que me hayas llamado para saber cómo estoy hoy”…
Estas son mis recomendaciones. Sé que como ansioso, te pueden resultar difíciles de aplicar porque su evasión te desespera y te conecta con dolor. Y lo que sí es seguro es que cuanto más trabajes en ti y tu crecimiento personal, más seguro y confiado te sentirás en tu vida y relaciones.
¿Estoy diciendo que te tienes que quedar en la relación siempre?
La verdad es que No. Pero si tienes una relación con una persona evasiva, vas a necesitar aceptarla y aprender a convivir de la mejor manera posible con ella. Porque estar con alguien, pero rechazándola constantemente es un sufrimiento asegurado para ambos.
Si quieres seguir resolviendo tus dudas, puedes leer mi artículo ¿Es tu Apego Ansioso el Problema o son los problemas de mi pareja evitativa? Te cuento en qué necesitas enfocarte dependiendo del grado de evasión de tu pareja.
¿Te has sentido ayudado con mis recomendaciones? Puedes dejarme tu experiencia y dificultades en los comentarios. ¡Me encantará leerte!